Nacido en Sevilla el 21 de diciembre de 1869, se decía que su mote de debía a su baja estatura (diminuto), lo que al decir de muchos era todo un impedimento para ejercer como torero. Pese a ello su pasión debía ser mayor que sus limitaciones físicas. Con tan sólo 16 años debutó en público siendo el segundo espada de una de las cuadrillas de “Niños Sevillanos” que hacían las delicias por aquellos años por todo el país, en este caso la organizada en 1885, siendo el primer espada Francisco González Román “Faico”. Esa cuadrilla actuó entre otras en la Maestranza sevillana (1886) o Madrid (1887).
Dando el salto del novillo al toro, tomó la alternativa en Sevilla el 30 de septiembre de 1890 siendo su padrino Femando Gómez García “El Gallo” con toros de Adalid vistiendo de verde y oro. El 19 de abril de 1891 se iba a confirmar como torero cuando estando “Minuto” brindando su toro, se le arrancó, obligándole a saltar la barrera con tan mala fortuna que se clavó el estoque dando al traste la confirmación. Habría de esperar al 17 de mayo del año siguiente para obtener la dicha confirmación como matador de toros.
Tanto
como persona como torero debía ser un artista
peculiar. Se cuenta que en una ocasión en 1896 toreando en Alcoy le tiraron una
bota y echó un trago, salió el siguiente toro e improvisó un quite con la
bota dando a beber al toro de ella después. El 5 de marzo de 1897 se escapa un
toro de Ignacio Valero, de nombre “Azafrán”, cuando era conducido al matadero
de Sevilla, provocando el caos en Lora del Rio. “Minuto” acabó con él de una
estocada en plena calle. El 29 de junio de 1910 llega a Irún para la corrida de
inauguración de esa plaza. Facturado su equipaje en Barcelona no llegó a su
destino para el día de la corrida, vistiendo un traje blanco con faja azul de
pelotari lidió a sus dos toros.
Por esos años reside en la Parroquia del Sagrario, calle Padre Marchena, nº 1. Tiene una hija Ángeles de 3 años aunque en 1897 había perdido otra de nombre Higinia como su madre. El
periodo 1897-1900 fue sin duda el momento álgido de su carrera. En 1898 actúa
en nada menos de 48 corridas, 39 al año siguiente y varias más en México. Se
retiró por primera vez en Las Ventas de Madrid un 22 de octubre de 1900 sin
previo aviso, con sólo 30 años y más de 443 corridas en su haber.
Tras abandonar el toreo se dedicó a llevar un restaurante en Sevilla junto con dos hermanos suyos que formaban parte de su cuadrilla, José, banderillero, y Manuel, picador. Junto a ellos había varios dependientes de León, Oviedo y Santander, aunque el negocio no le fue demasiado bien. En una entrevista de 1904 aclara sinceramente los motivos de su retirada y anuncia su regreso para el año siguiente: “suponía yo que con el capital reunido tendría para dar de comer holgadamente a mis hijos. Por eso, dando una prueba de cariño a mi mujer, dejé de torear, sin bulla ni despedidas”. Sobre a que se debía su regreso a los ruedos: “me parece que eché mal las cuentas y voy a dejarles poco a mis hijos el día que me muera, eso es todo“. De este modo reaparece en los toros en Madrid en 1905 aunque, segundas partes nunca fueron buenas y poco tendrá que ver con la primera.
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Enrique Vargas González "Minuto" |
En esta segunda etapa, a su retorno por motivos económicos se suman dos hechos luctuosos que debieron afectarle en sumo grado y más teniendo en cuenta que sus desgraciados protagonistas eran familiares y se habían iniciado en el toreo gracias a él.
Terminada
la temporada de 1907 en España se trasladan a México. El 1 de diciembre actúan
en Puebla y al entrar a banderillear el primero de la tarde, fue cogido en la
parte superior del muslo derecho perforándole la arteria femoral. Trasladado a
la enfermería de la plaza, falleció a las pocas horas víctima de la fatal hemorragia
cuando contaba con 34 años de edad. Fue enterrado en la localidad mexicana al
día siguiente. Pese al desgraciado suceso la cuadrilla de “Minuto” siguió con
su gira mexicana y actuó el 5 de febrero en Puebla a su beneficio y el de su
familia.
Sin duda, perder así un hermano que lo había dejado todo por seguirle, debió caer como una pesada losa en la conciencia de “Minuto”. Poco a poco va cesando en su actividad taurina. Aunque de hecho ya llevaba retirado unos años de las plazas, se retiró definitivamente en Madrid un 8 junio 1914 en un festejo que monta Joselito a beneficio del propio Minuto, alternando ambos con Vicente Pastor, Rafael El Gallo, Mazzantinito y Juan Belmonte, haciendo el paseíllo 13 toreros con él. Retirado del toreo creó una escuela taurina en Sevilla sin resultados llamativos. En años posteriores la trasladó a Málaga con idéntico resultado y finalmente se instalaría en Lucena (Córdoba).
Fue ese
carácter peculiar el que llevo a "Minuto" a inventar un peto para los
caballos, pero en aquella época "no
cuajó" aunque sirvió de base posteriormente. Publicó un folleto con un
estudio sobre las apuestas que se podían hacer en las corridas de toros, que
tampoco "cuajó". Tuvo varios colmados y restaurantes en Sevilla y
Madrid. Fuera del toro, probó fortuna con el teatro estrenando en el desaparecido
teatro Novedades una obrita titulada "El Sevillanito", obteniendo un
éxito amistoso. Figuró en política bajo la jefatura del moretista D. Pedro
Rodríguez de la Borbolla, y allí donde el polifacético "Minuto" fuera
presidente de mesa en las elecciones, triunfaba el Sr. Borbolla del tirón
popular que tenía el ex-torero. Ejerció de crítico taurino fundando un
semanario taurino y colaboró en varias revistas profesionales.
En
el invierno de 1929 enfermaba gravemente y tras la asistencia hospitalaria
prolongada falleció en Sevilla, en casa de su hija, carente de recursos, el 20
junio de 1930 a los 60 años de edad.
Decían
de él sus contemporáneos: “Minuto
atesoraba todo el repertorio del toreo, agregándole además cosas netamente
suyas, de improvisación repentina, acoplando en determinados momentos de la
lidia suertes airosas y pintorescas que subrayaban con sus aplausos los
espectadores. Matador con una habilidad de asombro, dada su corta talla, y tal
destreza con la muleta para hacer descubrir a los toros el morrillo y
"calarlos" por las agujas haciéndolos rodar de magnificas estocadas
que era increíble. Le acompañaba señaladamente en su haber que su diminuto
cuerpecillo lo constituía un manojo de nervios y unos músculos de acero.
Alternó con las grandes figuras de su tiempo y ocupó en el toreo lugar
preferente”
Fue
por tanto “Minuto” uno de los grandes toreros del cambio de siglo, siendo uno de
los primeros espadas en la década 1890-1900 que sería recordado con fama hasta
sus últimos días.
En efecto, mi padre era hombre muy
adinerado y yo me crié rodeado de molicie y comodidades Bien fuera por su trato
liberal y esplendido con exceso o por aventurare en negocios desgraciados, el
caso es que nuestra fortuna vino a menos y con el fallecimiento de mi
progenitor se marchó la llave de la despensa…”
Actor
protagonista en la película Juguetes Rotos (1966) dirigida por Manuel Summers,
que aborda el olvido y el escarnio que sufrieron, o sufren, muchos personajes
que un día fueron aclamados como héroes y que años más tarde, cuando pasó su
tiempo, son arrinconados por los mismos que los aclamaron. Esta película, que más bien es un documental, tiene como base los tres
espectáculos que gobernaban el poco tiempo ocioso del que disponían los
españoles: boxeo, fútbol y toros.
Entrevistado
en el sanatorio madrileño en el que terminaría sus días nos muestra los sin
sabores de la profesión, como pocos de ellos podían ganarse la vida con ello,
terminando él mismo como acomodador de un cine. Falleció en Madrid el 28 de
enero de 1967.
Francisco Astola Díaz "Riojanito"
En
1910 nacía en Sevilla, Rafael, el segundo de los hijos del torrecillano Antonio
Astola y la sevillana Julia Díaz Fe dedicado al mundo taurino. Con sus sobrinos
“Minuto Chico” fallecido, “Pacorro” con su propia carreta taurina y “Riojanito”
como banderillero, su ya retirado tío “Minuto” centra sus esfuerzos en Rafael
Astola, el último de sus cuatro sobrinos de los que tratamos.
Debía
contar con 18 años cuando una noticia de La
Fiesta Brava del 31 de agosto de 1928 hace eco de una novillada en Lucena a
beneficio de “Minuto” donde tenía instalada su escuela de torero. Mereciendo los alumnos los siguientes conceptos de su
profesor: Rafael Astola tiene un espíritu
"minutesco" exagerado; toreando y con la muleta todos sus momentos
fueron brillantísimos. A juicio del maestro, este torero será "gente"
en el toreo; es ahijado 'de "Chicuelo", siendo el protagonista del
padrinaje, el antiguo banderillero de la cuadrilla de "Minuto",
Eduardo Borrego "Zocato", tío de "Chicuelo".
La Fiesta Brava
del 11 de enero de 1929 hace referencia a una novilla del 30 de diciembre en la
Plaza de la Pañoleta (Sevilla) en la que triunfó
de una manera ruidosa el joven Rafaelito Astola, sobrino y discípulo del
veterano maestro Enrique Vargas “Minuto”. Verdaderamente quedó demostrado que
no hay torero sin escuela, máxime cuando la educación torera como la del joven
Astola es dirigida por un torero de los conocimientos y recursos del famoso
“Minuto”.
En
estos primeros pasos es conocido como “Rafaelito”. Otra crónica dice: resaltó más la
lidia del cuarto que corrió a cargo del joven Astola, asesorado por el que en
tiempos fue "Un Niño Sevillano" el diminuto, valiente y artista
"Minuto". No hubo suerte en el reparto para el chaval Astola pues el
bicho resultó blando y acostándose por
el lado derecho, por lo que en el primer lance el debutante hizo una
cosa feíta buscando refugio en. las tablas, pero una vez repuesto,
valientemente repitió con cuatro lances más, que sorprendieron en gran manera a
la plana mayor de la afición sevillana que se convenció de las grandes dotes
que posee el sobrino de "Minuto" para escalar uno de los primeros
puestos de la tauromaquia. Eugenio Martín
"Finito" y Paco Soriano se encargaron de banderillear lo que hicieron
pronto y bien y allá va la expectación que se produjo entre los concurrentes para ver cómo se portaba el novel
diestro, Rafaelillo, fresco, con mucha valentía y haciéndose cargo de las
dificultades del bicho toreó bien, sin grandes adornos, hasta dominar y
conseguir estrecharse en varios pases con la izquierda pasando temerariamente y
recetando una buena estocada que le hizo rodar sin puntilla. Aunque no hubo
petición de oreja ni de rabo, surgió una grandiosa ovación que el diestro
recogió obligándose al veterano maestro "Minuto" a salir a los medios
con los discípulos; Astola el novel matador y sus banderilleros
"Finito" y Soriano.
En
el diario La Voz de Córdoba del 26 de mayo de 1929 se anuncia una corrida
novillos en Huelva siendo uno de los tres diestros Rafael Astola. En agosto
participa en la primera corrida de la temporada nocturna de ese año en Sevilla y entre los jóvenes novilleros Rafael Astola, ya con el nuevo nombre artístico de
“Templario”.
Hacia el año 1932, dos años después de la muerte de su tío, deja de haber noticias de Rafael Astola como novillero en la prensa.
Viste su primer traje de luces el 15 de Mayo de 1959 en Marchena (Sevilla) con ganado de Sancho Dávila sin adoptar un nombre artístico como era la costumbre habitual aunque en algunas crónicas lo llaman Rafaelillo dada su corta edad. Crónicas de diversas tardes de toros de Rafael Astola, las hay abundantes en la prensa de aquellos años, muchas más que de sus antepasados toreros familiares dada la proliferación de los medios escritos especializados o generalistas.
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Rafael Astola Alfaro |
Pero sin duda el hecho más relevante de su carrera y por el que alcanzó mayor fama fue por una corrida de novillos que se celebró con motivo de la festividad del Pilar en la plaza sevillana de la Real Maestranza.
La tarde del 12 de octubre de 1965, se celebraba una novillada, casi de cierre de temporada, con motivo de la festividad del Pilar. Rafael Astola consigue en esa tarde el mayor éxito de su carrera y por el que tiene un lugar de privilegio en este artículo, el indulto del primer novillo en la historia de la Real Maestranza de Sevilla, un astado de la ganadería del Marqués de Albaserrada de nombre "Laboriosos" de 425 Kg.
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Cartel anunciador novillada del 12 de octubre de 1965 Real Maestranza de Sevilla |
Era una tarde templada, tranquila y soleada, vestido de rosa palo y oro, todavía dolorido de la cornada un novillo le había dado en Las Ventas de Madrid, tenía como compañeros de terna a Paco Puerta y Pedrín Benjumea.
Así recordaba aquella tarde en febrero de 2001 el protagonista de los hechos en una entrevista especializada: "Ese tal vez ha sido el mejor toro con el que he estado en mi vida, a "Laborioso" no lo olvidaré nunca. Fue algo inusitado que se indultara en la Maestranza a un novillo. Eso no había ocurrido nunca. Me harté de toro aquella tarde. El animal no tenía fin. Embestía una vez y otra y otra..., y nunca se cansaba. Yo me encontré muy a gusto con él. Fue algo fantástico. Aquella tarde estaba de presidente un comisario de policía llamado Tomás León. Era un presidente un tanto polémico y exigente. Para el solo toreaba bien en Sevilla "Curro Romero" y los demás todos éramos malos. Bueno yo rompí esa tendencia y no pudo evitar indultarme ese novillo. Esa década de los sesenta-setenta, fue extraordinaria en Sevilla estábamos diez o doce novilleros, que de habernos tocado ser toreros ahora, hubiéramos servido todos. Recuerdo a Pepe Luis Segura, Rafael Roca, "Facultades", Pedrín Benjumea...y unos cuantos más. Pero claro ¿Qué es lo que había delante?: pues estaban Antonio Ordóñez, Diego Puerta, "El Cordobés". Lo de "El Cordobés" fue lo más grande. Volvió locos a todos y revolucionó el toreo. Hizo además que los toreros cobráramos mejor en las plazas. El Benítez es que acabó con todos los grandísimos toreros que había en aquellos años. Era un auténtico león.”
Rafael Astola pasará a la historia como el torero que lidió el primer indultó de una res brava en la plaza sevillana, hecho que no se volvió a repetirse hasta 2011. Por tal honor y en recuero de esa tarde, la Junta de Gobierno de la plaza sevillana reconoció en noviembre de ese mismo año tal privilegio con el descubrimiento de una placa conmemorativa.
Azulejo conmemorativo en la Real Maestranza (Sevilla) |
Volvió "Laborioso" a la finca Mirandilla del Marqués de Albaserrada, vivió otros diez años, tiempo en el cual tuvo cuatrocientos hijos entre hembras y machos, de éstos un montón de toros y novillos de nota, muriendo finalmente un seis de enero de 1976 a la edad de quince años. Como en la Maestranza, la ganadería dedicó un azulejo en su finca a recordar aquella tarde en el que se menciona nuevamente al diestro Rafael Astola.
Azulejo conmemorativo en la finca del Marqués de Albaserrada |
Fue tal la fama del hecho en su momento que hasta un bodeguero de La Palma del Condado a un amontillado de sus bodegas lo comercializó con su nombre.
Rafael
Astola siguió con su carrera de novillero por gran parte de la geografía
española llegando a torear alguna tarde en plazas francesas o americanas. De
todos modos, no eran tiempos fáciles para dar el salto del novillo al toro tal y
como afirmaba él mismo en la entrevista que hemos visto anteriormente. Pese a
ello logró hacerse un hueco y toma la alternativa como torero el 21 de
septiembre de 1969 en Zalamea la Real (Huelva).
Rafael Astola, tras dos actuaciones en Portugal, se cortó definitivamente la coleta en 1975 obligado por una lesión en la rodilla sufrida en Zaragoza de la que fue operado varias veces. Fue nombrado “Trianero de Honor” en 2014.
Con Rafael Astola Alfaro termina la saga familiar vinculada al mundo del toro, y esta sorprendente historia de los descendientes de un humilde emigrante torrecillano de finales del s.XIX. Quién le iba a decir a Antonio Astola recién llegado a Sevilla con sus recuerdos todavía de las montañas cameranas, que dos de sus hijos y un nieto se iban a dedicar al mundo del toreo. Y quién nos iba a decir que un apellido tan típicamente torrecillano como Astola tuviese un rinconcito de honor en una de las plazas de toros más importantes de España como es la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Cuando el lector torrecillano de este artículo viaje a Sevilla, además de sus monumentos más internacionalmente famosos como la Catedral y su Giralda, la Torre del Oro, el Alcazar, el río Guadalquivir y sus puentes, sus calles, tapas y tablaos flamencos, sea o no aficionado taurino, no olvide darse una vuelta por la plaza de toros de la Maestranza, alce la vista y busque ese rinconcito de honor que recuerda a este descendiente de Torrecilla en Cameros.
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Rafael Astola Alfaro en la actualidad (Triana, Sevilla) |
Rafael
Astola contrajo matrimonio en Sevilla con la “bailaora” Pilar Vargas Montesinos
en cuyo matrimonio se cumplía el tópico tantas veces comentado de torero y
“folklórica”. Pero como se suele decir, de
casta le viene al galgo, y aunque la tradición taurina parece que ya es
cosa de otros tiempos, dos hijos de este matrimonio de “artistas” tienen sus
propios proyectos y perpetúan el apellido Astola en tierras sevillanas y en el
mundo artístico. Su hija Pilar Astola Vargas es bailaora de flamenco, mientras que su
hijo Alejandro Astola Vargas es un
cantante, compositor y productor de flamenco tradicional y fusiones con rock o
jazz con varios discos publicados.
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