Un repaso a la historia, vida y tradiciones de nuestros antepasados.

martes, 20 de julio de 2021

De Torrecilla a Sevilla (2ª Parte)

Vimos en la primera parte de este artículo los avatares de esta familia de emigrantes torrecillanos que recalaron en Sevilla en la segunda mitad del s.XIX, cómo se asentaron, crearon algunos negocios y formaron sus propias familias a contraer matrimonio todos ellos con mujeres sevillanas. Todos ellos se integraron plenamente en la sociedad sevillana de su momento con mayor o menor fortuna, y vaya si se integraron. Ya estamos muy próximos a desvelar el misterio que esconde esta familia de emigrantes torrecillanos que aparentemente podía pasar desapercibida entre una más de las que salieron en busca de prosperidad a lo largo de los siglos. 

Tal y como finalizamos la anterior entrega, en esta segunda parte vamos a ver algunos detalles de los descendientes de Antonio Astola González y su esposa Julia. Julia Díaz Fe (Sevilla, 1869) era una de los cinco hijos de Francisco de Paula Díaz y Julia Fe: Francisco (Sevilla, 1867), Fernando (Sevilla, 1870), Rafael (Sevilla, 1871) e Higinia (Sevilla, 1874). El hijo e hija mayores heredaban el nombre de los progenitores, igualmente los nombres de Rafael y Fernando, y nuevamente Francisco, aparecerán en la siguiente generación de sobrinos algunos de ellos protagonistas de esta historia.

Higinia Díaz Fe casó en Sevilla con el torero Enrique Vargas González, conocido con el nombre artístico de su época como “Minuto”. Será Enrique Vargas “Minuto”, el tronco, la inspiración y el maestro del que tomen la afición taurina  dos hermanos, cuatro de sus sobrinos y un sobrino-nieto. Dentro de esta saga de toreros sevillanos, veremos aparecer a tres con un apellido típicamente torrecillano: Astola. De cómo llegaron a convertirse en toreros los descendientes de un cantero vasco llegado a Torrecilla en Cameros en la primera mitad del s.XVIII y emigrados a Sevilla en la segunda mitad del s.XIX,  va esta historia sorprendente.

Rafael Astola Alfaro

Comenzaremos viendo quien fue Enrique Vargas Minuto y su relación familiar con los Astola sevillanos.

Enrique Vargas González "Minuto"

Nacido en Sevilla el 21 de diciembre de 1869, se decía que su mote de debía a su baja estatura (diminuto), lo que al decir de muchos era todo un impedimento para ejercer como torero. Pese a ello su pasión debía ser mayor que sus limitaciones físicas. Con tan sólo 16 años debutó en público siendo el segundo espada de una de las cuadrillas de “Niños Sevillanos”  que hacían las delicias por aquellos años por todo el país, en este caso la organizada en 1885, siendo el primer espada Francisco González Román “Faico”. Esa cuadrilla actuó entre otras en la Maestranza sevillana (1886) o Madrid (1887).

Dando el salto del novillo al toro, tomó la alternativa en Sevilla el 30 de septiembre de 1890 siendo su padrino Femando Gómez García  “El Gallo” con toros de Adalid vistiendo de verde y oro. El 19 de abril de 1891 se iba a confirmar como torero cuando estando “Minuto” brindando su toro, se le arrancó, obligándole a saltar la barrera con tan mala fortuna que se clavó el estoque dando al traste la confirmación. Habría de esperar al 17 de mayo del año siguiente para obtener la dicha confirmación como matador de toros.

Tanto como persona como torero debía ser un artista peculiar. Se cuenta que en una ocasión en 1896 toreando en Alcoy le tiraron una bota y echó un trago, salió el siguiente toro e improvisó un quite con la bota dando a beber al toro de ella después. El 5 de marzo de 1897 se escapa un toro de Ignacio Valero, de nombre “Azafrán”, cuando era conducido al matadero de Sevilla, provocando el caos en Lora del Rio. “Minuto” acabó con él de una estocada en plena calle. El 29 de junio de 1910 llega a Irún para la corrida de inauguración de esa plaza. Facturado su equipaje en Barcelona no llegó a su destino para el día de la corrida,  vistiendo un traje blanco con faja azul de pelotari lidió a sus dos toros.

Por esos años reside en la Parroquia del Sagrario, calle Padre Marchena, nº 1. Tiene una hija Ángeles de 3 años aunque en 1897 había perdido otra de nombre Higinia como su madre. El periodo 1897-1900 fue sin duda el momento álgido de su carrera. En 1898 actúa en nada menos de 48 corridas, 39 al año siguiente y varias más en México. Se retiró por primera vez en Las Ventas de Madrid un 22 de octubre de 1900 sin previo aviso, con sólo 30 años y más de 443 corridas en su haber.

Tras abandonar el toreo se dedicó a llevar un restaurante en Sevilla junto con dos hermanos suyos que formaban parte de su cuadrilla, José, banderillero, y Manuel, picador. Junto a ellos había varios dependientes de León, Oviedo y Santander, aunque el negocio no le fue demasiado bien. En una entrevista de 1904 aclara sinceramente los motivos de su retirada y anuncia su regreso para el año siguiente: “suponía yo que con el capital reunido tendría para dar de comer holgadamente a mis hijos. Por eso, dando una prueba de cariño a mi mujer, dejé de torear, sin bulla ni despedidas”. Sobre a que se debía su regreso a los ruedos: “me parece que eché mal las cuentas y voy a dejarles poco a mis hijos el día que me muera, eso es todo“. De este modo reaparece en los toros en Madrid en 1905 aunque, segundas partes nunca fueron buenas y poco tendrá que ver con la primera.

Enrique Vargas González "Minuto"

En esta segunda etapa, a su retorno por motivos económicos se suman dos hechos luctuosos que debieron afectarle en sumo grado y más teniendo en cuenta que sus desgraciados protagonistas eran familiares y se habían iniciado en el toreo gracias a él.

José Vargas González “Noteveas” era el hermano pequeño de “Minuto”. Entró a formar parte como subalterno y banderillero de la mencionada cuadrilla de “Niños Sevillanos” en la que se encuadraba su hermano. Cuando éste tomó la alternativa, continuó en su cuadrilla como banderillero hasta la retirada parcial de 1900 en la que también se retiró para montar el mencionado restaurante con sus hermanos.

Cuando por adversidades de la fortuna "Minuto" volvió a torear, "Noteveas", convertido en un buen burgués, poseedor de una modesta industria, metido en asuntos políticos como su hermano a quién adoraba, había llegado hasta a ser alcalde de su barrio, lo dejó todo para seguirle en su reaparición.  Al literal de la época: “era este un banderillero que ejercía la peligrosa profesión más por afecto a su hermano que por vocación”.

Terminada la temporada de 1907 en España se trasladan a México. El 1 de diciembre actúan en Puebla y al entrar a banderillear el primero de la tarde, fue cogido en la parte superior del muslo derecho perforándole la arteria femoral. Trasladado a la enfermería de la plaza, falleció a las pocas horas víctima de la fatal hemorragia cuando contaba con 34 años de edad. Fue enterrado en la localidad mexicana al día siguiente. Pese al desgraciado suceso la cuadrilla de “Minuto” siguió con su gira mexicana y actuó el 5 de febrero en Puebla a su beneficio y el de su familia.

Sin duda, perder así un hermano que lo había dejado todo por seguirle, debió caer como una pesada losa en la conciencia de “Minuto”. Poco a poco va cesando en su actividad taurina. Aunque de hecho ya llevaba retirado unos años de las plazas, se retiró definitivamente en Madrid un 8 junio 1914 en un festejo que monta Joselito a beneficio del propio Minuto, alternando ambos con Vicente Pastor, Rafael El Gallo, Mazzantinito y Juan Belmonte, haciendo el paseíllo 13 toreros con él. Retirado del toreo creó  una escuela taurina en Sevilla sin resultados llamativos. En años posteriores la trasladó a Málaga con idéntico resultado y finalmente se instalaría en Lucena (Córdoba).

Fue ese carácter peculiar el que llevo a "Minuto" a inventar un peto para los caballos, pero en aquella  época "no cuajó" aunque sirvió de base posteriormente. Publicó un folleto con un estudio sobre las apuestas que se podían hacer en las corridas de toros, que tampoco "cuajó". Tuvo varios colmados y restaurantes en Sevilla y Madrid. Fuera del toro, probó fortuna con el teatro estrenando en el desaparecido teatro Novedades una obrita titulada "El Sevillanito", obteniendo un éxito amistoso. Figuró en política bajo la jefatura del moretista D. Pedro Rodríguez de la Borbolla, y allí donde el polifacético "Minuto" fuera presidente de mesa en las elecciones, triunfaba el Sr. Borbolla del tirón popular que tenía el ex-torero. Ejerció de crítico taurino fundando un semanario taurino y colaboró en varias revistas profesionales.

En el invierno de 1929 enfermaba gravemente y tras la asistencia hospitalaria prolongada falleció en Sevilla, en casa de su hija, carente de recursos, el 20 junio de 1930 a los 60 años de edad.

Decían de él sus contemporáneos: “Minuto atesoraba todo el repertorio del toreo, agregándole además cosas netamente suyas, de improvisación repentina, acoplando en determinados momentos de la lidia suertes airosas y pintorescas que subrayaban con sus aplausos los espectadores. Matador con una habilidad de asombro, dada su corta talla, y tal destreza con la muleta para hacer descubrir a los toros el morrillo y "calarlos" por las agujas haciéndolos rodar de magnificas estocadas que era increíble. Le acompañaba señaladamente en su haber que su diminuto cuerpecillo lo constituía un manojo de nervios y unos músculos de acero. Alternó con las grandes figuras de su tiempo y ocupó en el toreo lugar preferente”

Fue por tanto “Minuto” uno de los grandes toreros del cambio de siglo, siendo uno de los primeros espadas en la década 1890-1900 que sería recordado con fama hasta sus últimos días. 

La influencia de “Minuto” entre su familia debía ser tal que, además de su malogrado hermano “Noteveas”, otro más también lo había acompañado en sus etapas taurinas y la aventura en  la restauración, Manuel Vargas González “Tornero”. Manuel Vargas se  dedicó a la labor de picador en su cuadrilla en las dos etapas. Pero la vena taurina no sólo corría por la sangre de los Vargas, la influencia de “Minuto” debía ser tal que se dejó notar sobre su familia política inyectando la pasión por el toreo sobre cuatro de sus sobrinos: Manuel Díaz Herrera, Francisco Díaz Pérez, Francisco Astola Díaz  y Rafael Astola Díaz; y un sobrino-nieto, Rafael Astola Alfaro.


Manuel Díaz Herrera "Minuto Chico"

Matador de toros que nació en Sevilla el 15 de febrero de 1884, era sobrino de Enrique Vargas “Minuto”. Fue el primero de sus sobrinos en seguir los pasos de su tío “Minuto”. Hizo su debut como matador, en Constantina el 25 de Julio de 1905.

Manuel Díaz "Minuto Chico"
 
El 3 de febrero de 1911 sufre una cogida mortal en la plaza de toros de Alicante, nuevamente, como cuatro años antes en México en el caso de José Vargas “Noteveas” hermano de “Minuto”, a la altura de la arteria femoral. Fallece al día siguiente en la propia enfermería de la plaza a los 27 años de edad. Según las crónicas de la época fue enterrado con una afluencia masiva de personas y abundantes muestras de cariño.

Funeral por "Minuto Chico" (ABC)

Francisco Díaz Pérez "Pacorro"

Segundo de los sobrinos políticos de “Minuto” que se aventuró en el mundo taurino. Nacido en Sevilla el 26 de marzo de 1897, era hijo de Francisco Díaz Fe y Amparo Pérez Sánchez.

Precoz en el mundo taurino, con tan sólo 11 años fue banderillero en una de las mencionadas cuadrillas de “Niños Sevillanos”, la suya capitaneada por José Gárate Hernández “Limeño” y José Gómez Ortega “Joselito”. Pronto pasó de las banderillas al capote, pero dos años después, en virtud de la ley de Protección a la Infancia, las autoridades prohíben sus actuaciones. En 1912 formó una cuadrilla de “Niños Sevillanos” que la dirigía el propio Francisco Díaz que ya había tomado el nombre artístico de “Pacorro” y José Sánchez “Hipólito".

Todavía novillero y sin alcanzar la fama que le llegaría después, casó en Madrid el 9 de marzo de 1918 con la actriz de cine mudo Marina Torres lo que le dio un cierto reconocimiento público mayor por este motivo que por su faceta profesional.

Tomó la alternativa en San Sebastián el 11 de agosto de 1918 siendo su padrino José Gómez Ortega “Joselito”, su compañero de la niñez. Vestía traje verde y oro siendo el toro de su debut “Inclusero”. Era tal la emoción del debutante matador que al pasarle los trastos Joselito no se quietó la montera como era habitual. Su confirmación fue en Madrid el 15 de septiembre de ese mismo año con toros de la ganadería de Pablo Benjumea.

Si sus comienzos habían sido precoces y prometedores, su carrera como torero fue en declive progresivo. En 1924 se reconvierte nuevamente en novillero, no logrando retomar su carrera, se retira definitivamente en 1929.

Francisco Díaz "Pacorro"

Retirado del toreo se instaló en Madrid junto con su mujer. En una entrevista publicada por la revista taurina El Ruedo bajo el título de Pacorro a Don Francisco, relata en primera persona varios aspectos de su vida que muestran de primera mano cómo era la vida de estos jóvenes que se decantaban por el mundo del toro que les rodeaba en su familia y en sus barrios. En el toreo lo fue todo “becerrista, a la edad que los chicos canturrean la tabla de sumar; novillero, cuando muchos empiezan con los becerros, y matador de toros, siendo casi un adolescente”.

En efecto, mi padre era hombre muy adinerado y yo me crié rodeado de molicie y comodidades Bien fuera por su trato liberal y esplendido con exceso o por aventurare en negocios desgraciados, el caso es que nuestra fortuna vino a menos y con el fallecimiento de mi progenitor se marchó la llave de la despensa…”

Actor protagonista en la película Juguetes Rotos (1966) dirigida por Manuel Summers, que aborda el olvido y el escarnio que sufrieron, o sufren, muchos personajes que un día fueron aclamados como héroes y que años más tarde, cuando pasó su tiempo, son arrinconados por los mismos que los aclamaron. Esta película, que más bien es un documental, tiene como base los tres espectáculos que gobernaban el poco tiempo ocioso del que disponían los españoles: boxeo, fútbol y toros.

Entrevistado en el sanatorio madrileño en el que terminaría sus días nos muestra los sin sabores de la profesión, como pocos de ellos podían ganarse la vida con ello, terminando él mismo como acomodador de un cine. Falleció en Madrid el 28 de enero de 1967.

Puede que la proliferación hasta el momento de nombres y fechas hagan de este relato algo complicado y que el lector no vea todavía la conexión entre estos toreros y aquellos emigrantes torrecillanos. No perdamos de vista el siguiente árbol genealógico para ir desgranando la biografía de todos estos individuos y los que vienen a continuación.



Francisco Astola Díaz "Riojanito"

Francisco Astola Díaz era el primogénito de los tres hijos del matrimonio formado por el torrecillano Antonio Astola y Julia Díaz Fe. Nació en Sevilla sobre 1895 y desde muy pronto vivió rodeado del mundo taurino de la familia. No tan precoz como sus primos carnales “Minuto Chico” y “Pacorro”, para 1913 tenemos ya constancia de su vocación, nuevamente bajo la gran influencia ejercida por su tío en común, Enrique Vargas “Minuto”.

Mientras su primo “Pacorro”, ejercía como novillero con la cuadrilla de los “Niños Sevillanos”, Francisco Astola daba sus primeros pasos en el mundo del toro de la mano de su tío “Minuto”. Una crónica de El Heraldo de Madrid del 17 de septiembre de 1913 narra una tienta en una plaza privada de Talavera de la Reina organizada por un importante empresario de la cerámica de aquella villa para ver el estado de Juan Belmonte tras una intervención quirúrgica. A ella asiste "Minuto" y Francisco Astola al que el cronista llama “Riojanito”, sin duda conocedor del origen de su padre Antonio.

Francisco Astola Díaz "Riojanito"

Como en otros casos, las ganas o ilusión no son suficientes para llegar a matador y Francisco Astola “Riojanito” se decantó por la profesión de subalterno y banderillero. Hay varias noticias de prensa de corridas en las que participa hasta mediados de los años 30.

Rafael Astola Díaz "Templario"

En 1910 nacía en Sevilla, Rafael, el segundo de los hijos del torrecillano Antonio Astola y la sevillana Julia Díaz Fe dedicado al mundo taurino. Con sus sobrinos “Minuto Chico” fallecido, “Pacorro” con su propia carreta taurina y “Riojanito” como banderillero, su ya retirado tío “Minuto” centra sus esfuerzos en Rafael Astola, el último de sus cuatro sobrinos de los que tratamos.

Debía contar con 18 años cuando una noticia de La Fiesta Brava del 31 de agosto de 1928 hace eco de una novillada en Lucena a beneficio de “Minuto” donde tenía instalada su escuela de torero. Mereciendo los alumnos los siguientes conceptos de su profesor: Rafael Astola tiene un espíritu "minutesco" exagerado; toreando y con la muleta todos sus momentos fueron brillantísimos. A juicio del maestro, este torero será "gente" en el toreo; es ahijado 'de "Chicuelo", siendo el protagonista del padrinaje, el antiguo banderillero de la cuadrilla de "Minuto", Eduardo Borrego "Zocato", tío de "Chicuelo".

La Fiesta Brava del 11 de enero de 1929 hace referencia a una novilla del 30 de diciembre en la Plaza de la Pañoleta (Sevilla) en la que triunfó de una manera ruidosa el joven Rafaelito Astola, sobrino y discípulo del veterano maestro Enrique Vargas “Minuto”. Verdaderamente quedó demostrado que no hay torero sin escuela, máxime cuando la educación torera como la del joven Astola es dirigida por un torero de los conocimientos y recursos del famoso “Minuto”.

En estos primeros pasos es conocido como “Rafaelito”. Otra crónica dice: resaltó más la lidia del cuarto que corrió a cargo del joven Astola, asesorado por el que en tiempos fue "Un Niño Sevillano" el diminuto, valiente y artista "Minuto". No hubo suerte en el reparto para el chaval Astola pues el bicho resultó blando y acostándose por el lado derecho, por lo que en el primer lance el debutante hizo una cosa feíta buscando refugio en. las tablas, pero una vez repuesto, valientemente repitió con cuatro lances más, que sorprendieron en gran manera a la plana mayor de la afición sevillana que se convenció de las grandes dotes que posee el sobrino de "Minuto" para escalar uno de los primeros puestos de la tauromaquia. Eugenio Martín "Finito" y Paco Soriano se encargaron de banderillear lo que hicieron pronto y bien y allá va la expectación que se produjo entre los concurrentes para ver cómo se portaba el novel diestro, Rafaelillo, fresco, con mucha valentía y haciéndose cargo de las dificultades del bicho toreó bien, sin grandes adornos, hasta dominar y conseguir estrecharse en varios pases con la izquierda pasando temerariamente y recetando una buena estocada que le hizo rodar sin puntilla. Aunque no hubo petición de oreja ni de rabo, surgió una grandiosa ovación que el diestro recogió obligándose al veterano maestro "Minuto" a salir a los medios con los discípulos; Astola el novel matador y sus banderilleros "Finito" y Soriano.

En el diario La Voz de Córdoba del 26 de mayo de 1929 se anuncia una corrida novillos en Huelva siendo uno de los tres diestros Rafael Astola. En agosto participa en la primera corrida de la temporada nocturna de ese año en Sevilla y entre los jóvenes novilleros Rafael Astola, ya con el nuevo nombre artístico de “Templario”.

Parece ser que se mantuvo como novillero durante esos años bajo el apoderamiento de su tío “Minuto”.
Hacia el año 1932, dos años después de la muerte de su tío, deja de haber noticias de Rafael Astola como novillero en la prensa.

Rafael Astola casó en Sevilla con Dolores Alfaro Martínez. De entre los hijos habidos de este matrimonio, Rafael, nacido en Sevilla en 1943, será el continuador  de la saga familiar y el tercer Astola en ponerse el traje de luces y el que alcanzó los mayores éxitos y reconocimientos.

Rafael Astola Alfaro

Rafael Astola Alfaro nació el 11 de septiembre de 1943 en el número 7 de la calle Troya de Sevilla en pleno barrio de Triana. Creció en una ciudad, barrio y familia impregnada por el mundo del toro por todos sus costados como llevamos visto hasta el momento. Aunque de muy joven aprendió el oficio de joyero, la tradición familiar le lleva al mudo del toro.

Viste su primer traje de luces el 15 de Mayo de 1959 en Marchena (Sevilla) con ganado de Sancho Dávila sin adoptar un nombre artístico como era la costumbre habitual aunque en algunas crónicas lo llaman Rafaelillo dada su corta edad. Crónicas de diversas tardes de toros de Rafael Astola, las hay abundantes en la prensa de aquellos años, muchas más que de sus antepasados toreros familiares dada la proliferación de los medios escritos especializados o generalistas.

Rafael Astola Alfaro

Pero sin duda el hecho más relevante de su carrera y por el que alcanzó mayor fama fue por una corrida de novillos que se celebró con motivo de la festividad del Pilar en la plaza sevillana de la Real Maestranza.

La tarde del 12 de octubre de 1965, se celebraba una novillada, casi de cierre de temporada, con motivo de la festividad del Pilar. Rafael Astola consigue en esa tarde el mayor éxito de su carrera y por el que tiene un lugar de privilegio en este artículo, el indulto del primer novillo en la historia de la Real Maestranza de Sevilla, un astado de la ganadería del Marqués de Albaserrada de nombre  "Laboriosos" de 425 Kg.

Cartel anunciador novillada del 12 de octubre de 1965
Real Maestranza de Sevilla

Era una tarde templada, tranquila y soleada, vestido de rosa palo y oro, todavía dolorido de la cornada un novillo le había dado en Las Ventas de Madrid, tenía como compañeros de terna a Paco Puerta y Pedrín Benjumea.

Así recordaba aquella tarde en febrero de 2001 el protagonista de los hechos en una entrevista especializada: "Ese tal vez ha sido el mejor toro con el que he estado en mi vida, a "Laborioso" no lo olvidaré nunca. Fue algo inusitado que se indultara en la Maestranza a un novillo. Eso no había ocurrido nunca. Me harté de toro aquella tarde. El animal no tenía fin. Embestía una vez y otra y otra..., y nunca se cansaba. Yo me encontré muy a gusto con él. Fue algo fantástico. Aquella tarde estaba de presidente un comisario de policía llamado Tomás León. Era un presidente un tanto polémico y exigente. Para el solo toreaba bien en Sevilla "Curro Romero" y los demás todos éramos malos. Bueno yo rompí esa tendencia y no pudo evitar indultarme ese novillo. Esa década de los sesenta-setenta, fue extraordinaria en Sevilla estábamos diez o doce novilleros, que de habernos tocado ser toreros ahora, hubiéramos servido todos. Recuerdo a Pepe Luis Segura, Rafael Roca, "Facultades", Pedrín Benjumea...y unos cuantos más. Pero claro ¿Qué es lo que había delante?: pues estaban Antonio Ordóñez, Diego Puerta, "El Cordobés". Lo de "El Cordobés" fue lo más grande. Volvió locos a todos y revolucionó el toreo. Hizo además que los toreros cobráramos mejor en las plazas. El Benítez es que acabó con todos los grandísimos toreros que había en aquellos años. Era un auténtico león.”





Rafael Astola pasará a la historia como el torero que lidió el primer indultó de una res brava en la plaza sevillana, hecho que no se volvió a repetirse hasta 2011. Por tal honor y en recuero de esa tarde, la Junta de Gobierno de la plaza sevillana reconoció en noviembre de ese mismo año tal privilegio con el descubrimiento de una placa conmemorativa.

Azulejo conmemorativo en la Real Maestranza (Sevilla)

Volvió "Laborioso" a la finca Mirandilla del Marqués de Albaserrada, vivió otros diez años, tiempo en el cual tuvo cuatrocientos hijos entre hembras y machos, de éstos un montón de toros y novillos de nota, muriendo finalmente un seis de enero de 1976 a la edad de quince años. Como en la Maestranza, la ganadería dedicó un azulejo en su finca a recordar aquella tarde en el que se menciona nuevamente al diestro Rafael Astola.

Azulejo conmemorativo en la finca del Marqués de Albaserrada

Fue tal la fama del hecho en su momento que hasta un bodeguero de La Palma del Condado a un amontillado de sus bodegas lo comercializó con su nombre.


Rafael Astola siguió con su carrera de novillero por gran parte de la geografía española llegando a torear alguna tarde en plazas francesas o americanas. De todos modos, no eran tiempos fáciles para dar el salto del novillo al toro tal y como afirmaba él mismo en la entrevista que hemos visto anteriormente. Pese a ello logró hacerse un hueco y toma la alternativa como torero el 21 de septiembre de 1969 en Zalamea la Real (Huelva).

Rafael Astola, tras dos actuaciones en Portugal, se cortó definitivamente la coleta en 1975 obligado por una lesión en la rodilla sufrida en Zaragoza de la que fue operado varias veces. Fue nombrado “Trianero de Honor” en 2014.

Con Rafael Astola Alfaro termina la saga familiar vinculada al mundo del toro, y esta sorprendente historia de los descendientes de un humilde emigrante torrecillano de finales del s.XIX. Quién le iba a decir a Antonio Astola recién llegado a Sevilla con sus recuerdos todavía de las montañas cameranas, que dos de sus hijos y un nieto se iban a dedicar al mundo del toreo. Y quién nos iba a decir que un apellido tan típicamente torrecillano como Astola tuviese un rinconcito de honor en una de las plazas de toros más importantes de España como es la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Cuando el lector torrecillano de este artículo viaje a Sevilla, además de sus monumentos más internacionalmente famosos como la Catedral y su Giralda, la Torre del Oro, el Alcazar, el río Guadalquivir y sus puentes, sus calles, tapas y tablaos flamencos, sea o no aficionado taurino, no olvide darse una vuelta por la plaza de toros de la Maestranza, alce la vista y busque ese rinconcito de honor que recuerda a este descendiente de Torrecilla en Cameros.

Rafael Astola Alfaro en la actualidad (Triana, Sevilla)

Rafael Astola contrajo matrimonio en Sevilla con la “bailaora” Pilar Vargas Montesinos en cuyo matrimonio se cumplía el tópico tantas veces comentado de torero y “folklórica”. Pero como se suele decir, de casta le viene al galgo, y aunque la tradición taurina parece que ya es cosa de otros tiempos, dos hijos de este matrimonio de “artistas” tienen sus propios proyectos y perpetúan el apellido Astola en tierras sevillanas y en el mundo artístico.  Su hija Pilar Astola Vargas es bailaora de flamenco, mientras que su hijo Alejandro Astola Vargas es un cantante, compositor y productor de flamenco tradicional y fusiones con rock o jazz con varios discos publicados. 





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