En la primera entrega de este artículo dedicado a la relación de Torrecilla con la lotería hicimos un repaso a los orígenes de las loterías en España y como desde muy temprano Torrecilla en Cameros contó con su propia Administración de Lotería.
Vamos en esta segunda entrega con cuatro pequeñas historias que he recopilado sobre esta relación de dos siglos entre Torrecilla y la lotería aunque a buen seguro habrá muchas más que habrán llenado de felicidad a sus afortunados protagonistas.
12.105 Un premio de lotería y una revolución.
Alberto Ruiz Royo fue un político
logroñés de ideas republicanas que en palabras del profesor Francisco Martínez
Bermejo “fue líder indiscutido e indiscutible del republicanismo provincial en
La Rioja”.
Se cuenta que desde muy joven tomó conciencia de las
nacientes ideas liberales siendo parte activa de la Milicia Urbana de Logroño
durante la Primera Guerra Carlista. La muerte de su hermano en dicha guerra le
debió marcar todavía más en sus ideas progresistas, que partiendo de un primer liberalismo
transitó por el liberalismo progresista hasta llegar a un republicanismo
convencido.
Uno de los dos acontecimientos de
su vida por los que viene aquí a colación estuvo relacionado con el sorteo de
la Lotería Moderna o Nacional celebrado el 24 de diciembre de 1851 que tuvo a
Logroño por ciudad agraciada y a Alberto Ruiz Royo por uno de los afortunados
de aquel “gordo”. El otro motivo de su presencia en este artículo será su
relación con Torrecilla en Cameros, pero vayamos por partes.
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El Heraldo, de 27 de diciembre de 1851 |
Alberto Ruiz fue uno de los
logroñeses agraciados en aquel sorteo. La prensa llegó a publicar que el
mismísimo duque de la Victoria, Baldomero Espartero residente ya en Logroño
tras regresar de su exilio en Gran Bretaña, había sido uno de los afortunados aunque
la noticia fue desmentida. De cualquier modo, ese premio le permitió a nuestro
protagonista llevar una vida desahogada con una tienda de comestibles y sala de
espectáculos llamada “La Tecle” en el denominado “El Coso”, plaza en la que se
celebraban los espectáculos taurinos logroñeses situada en el solar donde se
erigió años más tarde la hoy desaparecida comisaria de la Policía Nacional al
final de Avenida de Navarra. Este modo de vida le permitía dedicar parte de su
tiempo al desempeño de las actividades políticas que eran su verdadera
vocación.
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Diario de Palma, de 13 de enero de 1852 |
Ambos tenían ideas liberales y
los dos llegaron a la misma conclusión. Por mucho que nos pueda sorprender hoy
en día y como era norma habitual en su época, pensaban que los cambios
políticos en España habían de venir por hechos violentos. El 2 de febrero de
1852 Martín Merino, quien sabe si llevado por algún que otro problema mental
tal y como argumentó su abogado defensor en el juicio, decidió provocar los
cambios políticos que fluían por su cabeza de manera radical atentando con un
estilete sobre la reina Isabel II. Fallado en su intento, detenido inmediatamente, fue condenado y
ejecutado mediante garrote cuatro días más tarde. Martín Merino abría el camino
de una larga lista de atentados contra Reyes o Presidentes de Gobierno en las
siguientes décadas.
Bando de Alberto Ruiz solicitando la entrega de todas las armas de Torrecilla. Archivo Municipal de Torrecilla en Cameros, 22 de septiembre de 1868 |
El número 105 de la revista El
Serradero hace un buen repaso a los acontecimientos de estos años en Torrecilla
en Cameros. Los opositores riojanos a la Reina no tenían tiempo que perder y se
adelantaron dos días a la decisiva batalla del puente de Alcolea que acabaría
con el exilio de la Reina. Previos los preparativos en los días anteriores, el
26 de septiembre se produjo el único acontecimiento bélico en tierras riojanas
de lo que a nivel nacional se vino en
denominar Revolución Gloriosa. Aunque algunos autores la sitúan en Castañares
de las Cuevas, el acontecimiento se dio en la denominada Peña del Cura cerca
del cruce de la carretera a Nestares y su molino.
La partida levantada por los
autodenominados Voluntarios de la Libertad o Voluntarios de Rioja, estaba comandada por el mencionado
Alberto Ruiz Royo El resultado de este enfrentamiento armado fue desfavorable
para los sublevados que tuvieron al menos diez fallecidos, varios heridos y un
buen número de apresados conducidos a Logroño, aunque posteriormente liberados
tras el triunfo revolucionario a nivel nacional. Los muertos de este
enfrentamiento fueron enterrados en Torrecilla donde se celebraron funerales el
3 de octubre.
La relación de Alberto Ruiz y su
partida fue intensa con Torrecilla esos cuatro días entre el 22 y 26 de
septiembre de 1868. Llegaron exigiendo entrega de armas, dinero y material a
cuenta de pagos posteriores que el Ayuntamiento se encargó de reclamar una y
otra vez tanto a instancias provinciales como al mismo Sagasta, ya Ministro de
Gobernación en el nuevo Gobierno Provisional. La reclamación se prolongará en
el tiempo.
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Alegoría de "La Gloriosa" La Flaca, 1874 |
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Gobierno Provisional, Jean Laurent (1868) |
“Muere el 2 de octubre de 1897
triste y solo en Logroño después de una prolongada e intensa vida dedicada por
completo a la República. Es, sin duda, una de las principales figuras del
republicanismo riojano de todos los tiempos. La memoria y la historia ha sido
muy pobre con su figura. La política fue su vida, para bien y para mal.”
La transcendencia de los hechos
acaecidos en Torrecilla en Cameros el 26 de septiembre de 1868 dentro del
proceso revolucionario nacional fue escasa, pero estos sucesos no hubiesen
tenido lugar sin aquel premio de lotería de Navidad de1851.
Si esta primera historia toca a
Torrecilla lateralmente por los hechos que acabamos de narrar, en la segunda,
esta sí va relacionada con lo que todos esperamos de la lotería, un buen premio
caído en Torrecilla.
02.727 Un premio de lotería para
Torrecilla
02.727 Un premio de lotería para Torrecilla
Acabamos de narrar en la anterior historia, la partida levantada por Alberto Ruiz entre el 22 y 26 de septiembre tuvo a Torrecilla en Cameros por centro de actividades donde permanecieron avituallándose de equipación y alimentos. La estancia de estos sublevados provocó, como la de cualquier ejército regular que vivían siempre a expensas de las localidades donde recalaban, un perjuicio para las cuentas de negocios particulares y arcas municipales.
Según los documentos se habla de
200, 300 e incluso de 800 individuos, cifra del todo exagerada que se indica en
la misiva que se remite a Sagasta todavía en 1871 para que se abonen los gastos
ocasionados por estos hombres. De cualquier modo el perjuicio debió ser
importante entorno a los 25.000 reales y como muestra los 10.000 reales
solicitados el día 25 por el autonombrado jefe de la partida Alberto Ruiz y que
los 41 principales contribuyentes adelantan de buen o mal grado. En el listado
figuran varios individuos de ideas políticas totalmente contrarias siendo
paradójico el caso de José María Sáenz de Tejada Manso, cabeza del Partido
Carlista en Torrecilla y su comarca. Ha de contribuir como uno más pese a ser
totalmente contrario a las ideas liberales con un activismo más allá de la
confrontación política como lo demuestra el hecho de haber levantado una
partida guerrillera que se hecho al monte al año siguiente buscando revertir la
situación emanada de la revolución liberal de 1868.
Enterrados y honrados los
fallecidos de la Gloriosa Riojana y con nuevas instituciones políticas en todos
los ámbitos, poco a poco Torrecilla iba recobrando la normalidad tras aquel
final de septiembre tan ajetreado. Contaba a 1 de diciembre con 492 vecinos y
el ayuntamiento lo componía un alcalde y 6 concejales recientemente nombrados.
A expensas de intentar recuperar el dinero adelantado a la causa que ahora
gobernaba en Madrid, la villa trataba de recobrar el pulso normal de la vida.
Entre estas rutinas estaban los sorteos de lotería, especialmente el de las
fechas navideñas que con el transcurrir de los años desde 1812 ya había
adquirido cierta notoriedad ligada a las fechas y los premios más cuantiosos.
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Vigésimo de un billete de Lotería Nacional (1868) |
La Gazeta de Madrid publicaba el
resultado en su edición del día siguiente. El primer premio dotado con 600.000
escudos se había vendido en Sevilla. El segundo de 200.000 escudos, vendido en
Barcelona y el tercero de 100.000 en Badajoz. Los dos premios de 50.000
recalaron en Valladolid y Barcelona. Había diez premios de 20.000 escudos
repartidos en Madrid, Barcelona, Oviedo, Santander y Málaga. Por último
quedaban los 22 sextos premios de 10.000 escudos, correspondió uno de ellos al
número 2.727 vendido en Torrecilla en Cameros. Desconocemos si los veinte
vigésimos se vendieron íntegramente en Torrecilla aunque cabría pensar que
algún boleto se llevase a alguna de las localidades vecinas.
Nótese como los premios son
todavía en escudos pese a que el 19 de octubre, una de las primeras medidas del
nuevo Gobierno Provisional fue la implantación de la peseta como unidad
monetaria nacional sustituyendo al escudo isabelino. Teniendo en cuenta que un
escudo de 1868 vendría a equivaler a 10 reales, el premio de Torrecilla en
aquel sorteo, suponiendo que el billete premiado se hubiese vendido
íntegramente en el pueblo, sería de unos 100.000 reales.
En un sorteo ordinario de Lotería
Nacional de la época, se ponían en circulación 20.000 billetes o números con un
valor de 20 escudos (200 reales) dividido en 20 vigésimos de 1 escudo (10
reales) cada uno tal como muestra el billete correspondiente a un sorteo ordinario
de 8 de septiembre de aquel año que acompaña a este texto. Sin embargo, el
sorteo de Navidad que ya debía tener cierto predicamento entre el pueblo, tenía
una tirada de 25.000 billetes de 200 escudos, siendo por tanto cada vigésimo o
papeleta de 10 escudos. Haciendo unas sencillas cuentas, cada uno de los
torrecillanos que aquella víspera de Navidad de 1868 hubiera adquirido un
vigésimo de 10 escudos haría ganar a su propietario la importante cantidad de
5.000 reales.
Confiemos en el azar de los
números y en la fortuna de un puñado de torrecillanos aquellas navidades de
1868 ya que difícilmente podremos comprobar lo contrario.
53.453 La torrecillana que repartió "el Gordo".
Si las dos primeras historias que hemos narrado casi se suceden en el tiempo en aquel otoño-invierno de 1868, vamos a dar un gran salto hasta situarnos en las navidades de 1929 y en el número 20 de la calle Alfonso I de Zaragoza donde se ubicaba la Administración de Lotería nº2 de esa ciudad.
Esteban Osete Vázquez era un
médico natural de Molina de Aragón siendo su padre Florencio natural de Soria y
su madre Josefa también de Molina de Aragón. Su vida profesional como la de
todos estos médicos-cirujanos era generalmente un peregrinaje por pueblos en
busca de mejores condiciones económicas dada la tónica habitual de los escasos
fondos municipales que eran los que en mayor medida retribuían sus servicios a
falta de vecinos pudientes que pudiesen pagar personalmente sus servicios.
Su vida laboral giró entrono al
triángulo Soria-Guadalajara-Zaragoza. En 1882 consta como médico en la
localidad soriana de Villar del Río. Al poco tiempo se traslada a Torrecilla
donde casa con Ruperta Fraile Lacalle de cuyo matrimonio nacen al menos dos
hijos, Justo Florencio y Elena. Años después pasaría a Sigüenza (Guadalajara)
cerca de su localidad natal. A comienzos de 1897 está de médico en Soria en la
calle del Collado, número 44. En 1903 gana una plaza de médico en la diputación
de Zaragoza siendo destinado a Alpartir. En 1908 lo tenemos en Alconchel y en
1914 está ejerciendo en Monreal de Ariza. Pese a esta vida viajera, la familia
Osete-Fraile no debió perder el contacto con la localidad y entorno de la madre
y donde habían nacido al menos dos de sus hijos entre ellos Elena.
En agosto de 1914 contraen
matrimonio Elena Osete Vázquez con Felipe Murga Martínez, maestro, natural de
Anguiano por entonces profesor de primera enseñanza en Burgos.
La que será corta vida de este
matrimonio la podemos recorrer con las pinceladas que nos da la prensa de la
época. Desconozco desde cuando se conocían la pareja, pero en 1909 Felipe Murga
pide traslado como maestro a Monreal de Ariza donde ejercía de médico su suegro
y residía Elena. En 1913 es trasladado a Burgos donde contraen matrimonio al
año siguiente. En 1917 la pareja recala en Madrid donde es destinado Felipe. En
1921 ha vuelto como maestro a su Anguiano natal donde fallece a mediados de
1922. En esos apenas cinco años de matrimonio tuvieron un hijo y una hija. El
28 de agosto de 1924 afirma el periódico La Rioja, que Elena Osete, ya viuda de Felipe
Murga, había salido con destino Madrid para visitar a su hermana enferma.
No sé si por ser una joven viuda
de un maestro con una niña de corta edad, a mediados de 1926 es nombrada para
la Administración de Loterías nº9 de Sevilla. Una noticia de La Rioja nos
confirma que para mayo de 1927 ya regenta la Administración de Lotería nº 2 de
Zaragoza más cercana a Monreal de Ariza donde residen sus padres.
Aunque en Torrecilla, su
localidad natal ya no queda nadie de la familia, la relación con su tierra se
mantenía pasando los veranos en Anguiano en compañía de los dos hijos menores y
su familia política. Será en Logroño donde su hija María Carmen Enriqueta estudie bachillerato con buenas notas como
nos narra una noticia de La Rioja del de 5 de junio de 1927.
Esta relación con La Rioja hace
que publique anuncios en el mismo periódico para quien esté interesado en Lotería
ella se la haría llegar.
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La Rioja, de 6 de mayo de 1927 |
Como cualquier otra
administración de lotería, a buen seguro fue repartiendo pequeños premios de
los múltiples sorteos que se celebraban. Desde junio había repartido nueve
premios, pero sin duda la fama y el motivo de su presencia aquí le llegarían
con el sorteo de Navidad que el 21 de diciembre de 1929 se celebra en Madrid.
La fortuna quiere que el número
agraciado con los 15.000.000 de pesetas del primer premio sea el 53.453 que
había sido vendido íntegramente en la Administración de Lotería que regentaba
la torrecillana Elena Osete Fraile.
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Vigésimo de un billete de Lotería Nacional (1929) |
La Voz de Aragón publica al día siguiente un extenso reportaje
sobre “el Gordo” que ha caído en la ciudad. Desde 1893 no había sido agraciada
Zaragoza con el primer premio del sorteo de Navidad y esa mañana fría y
lluviosa de diciembre la fortuna pasó por las manos de Elena Osete. Según
declara al corresponsal desde la cama en la que llevaba postrada varios días
por un fuerte catarro, “…ya presentía lo que iba a pasar, que tenía la evidencia
de que el gordo había pasado por mis manos”.
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La Voz de Aragón, de 22 de diciembre de 1929 |
No será este el último premio que
pase por las manos de Elena Osete, en años posteriores hay noticias de varios
premios sin que ninguno llegue a alcanzar la trascendencia y popularidad que le dio
este de la Navidad de 1929.
21.186 ¿Habrá un nuevo premio?
A buen seguro que en algún momento de estos más de 250 años de sorteos en España algún que otro torrecillano habrá sido agraciado a título particular con alguno de los diversos sorteos que hoy en día y a lo largo de la historia se han celebrado.
Terminamos este artículo
recordando una noticia aparecida en el diario La Rioja en vísperas del sorteo
extraordinario de navidad de 2019. Entrevistado el alcalde torrecillano Sergio
Martínez Astola, transcribimos el artículo advirtiendo del error del periodista
al identificar el establecimiento de venta al comienzo que luego subsana.
"En Torrecilla en Cameros se juega
al 21186. El bar Cameros vende ese número desde hace 40 años, y aunque el
negocio hostelero ha cambiado de dueños durante ese periodo de tiempo, se sigue
vendiendo el mismo. Y no solo para la lotería de Navidad sino durante todo el
año. «Llevan vendiendo este número desde el verano, por lo que no solo lo habrá
adquirido la gran mayoría de vecinos de Torrecilla en Cameros sino también
mucha gente que nos visita en vacaciones y que procede de todas partes de
España», explica el alcalde del municipio del Camero Nuevo, Sergio Martínez
Astola. Actualmente el número de Torrecilla también se vende en el restaurante
La Terraza, que regentan los mismos dueños. Eso sí, a pesar de que «de manera
ininterrumpida se ha vendido siempre el mismo número y en el mismo sitio»,
subraya el alcalde, tocar, nunca ha tocado el premio gordo."
…¿tocará este año? ¡Mucha suerte y Feliz Navidad!
Para saber más:
Gazeta de Madrid, de 14 de agosto de 1813
Archivo Municipal de Torrecilla en Cameros, Sig. 50/11
www.beremar.com
El Faro Nacional, de 6
de febrero de 1852
La Voz de Aragón, de
22 de diciembre de 1929
La Rioja, de 21 de diciembre de 2019