Un repaso a la historia, vida y tradiciones de nuestros antepasados.

sábado, 28 de diciembre de 2019

¿El Kaiser Guillermo II en Torrecilla en Cameros?



Durante décadas, tal día como hoy festividad de los Santos Inocentes, era frecuente la aparición de noticias de diversa índole en los medios de comunicación a cual más inverosímil, tratando de sorprender y llamar la atención del curioso lector e incluso de pasar desapercibida entre los más crédulos. No se trataba de noticias de relleno escondidas en páginas interiores, más bien se anunciaban en primera página de los medios escritos incluso en los titulares de los medios audiovisuales.

Todavía recuero cuando era niño aquel día como hoy en el que el informativo del Servicio Territorial de TVE en La Rioja abría con el inicio de la ejecución de las obras del Metro de Logroño. El corte televisivo incluía a dos operarios, pico, pala y botijo en mano, abriendo una zanja en plena calle logroñesa. O aquella en que el gran Fernando Romay, pívot del Real Madrid de baloncesto con 2,13 metros de altura y más de 140 kg de peso, aparecía en pleno informativo montado en un “pobre” caballo diciendo cambiar las canchas por las carreras en el hipódromo.

Hay diversas teorías sobre cuándo empezó la tradición, porqué el 28 de diciembre, si tiene que ver con la conocida matanza de niños en tiempos de Herodes o con la festividad romana de las Saturnalias en las que la broma y el intercambio de roles estaban permitidas por unos días y en las que no vamos a entrar por no ser el tema.

Hoy en día, se lleva lo políticamente correcto, los medios de información consideran que incluirlas merma la credibilidad del resto de la información y, lo que es peor, la cruda realidad nos da muestras a menudo de superar estas noticias por absurdas que sean. De este modo la tradición ha ido menguando en las últimas décadas quedando prácticamente entorno a las redes sociales y relaciones personales.  

Sobre cuándo comenzó esta costumbre en la prensa escrita no hay fechas exactas, pero sirva de ejemplo la siguiente noticia aparecida un 28 de diciembre de 1907 en un periódico tan conservador como el ABC, y en un asunto tan serio como la sede de la Soberanía Nacional, para mostrar cómo incluso los más serios se unían a lo que hoy denominaríamos “fake news” (noticias falsas).


  
ABC, 28 de diciembre de 1907




























El 28 de diciembre de 1924 aparecía en el periódico La Rioja la noticia de la que nos hacemos eco aquí. En la crónica remitida el día anterior por el corresponsal local se mencionaba la aparición de un misterioso aeroplano sobre las cimas de El Serradero que hubo de realizar un aterrizaje de emergencia en los terrenos de Campopo. Hasta el lugar se trasladó parte del vecindario viendo apearse del avión a tres misteriosos personajes con indumentaria y lenguaje extranjeros.

Gracias a la labor del médico local Fausto Hernández, pudieron comunicarse con los visitantes haciendo notar ser originarios de Alemania y que el aterrizaje se debió a una avería mecánica. Con la intervención del joven Jesús Fernández con conocimientos en mecánica aeronáutica de su servicio militar, se puedo solventar el problema provisionalmente hasta el día siguiente en que partirían hacia Logroño para solucionar el tema definitivamente.

Hasta aquí una simple noticia curiosa en un pueblo serrano poco acostumbrado a ver sobre sus cielos este tipo de aeronaves. Pero continúa la noticia afirmando que a tenor de la apariencia física, no dudan ni el medico local, ni el corresponsal (que sólo sabe de ello por la información facilitada por el doctor) en que tan ilustre pasajero se trataba del mismísimo exKaiser de Alemania, Guillermo II que hubo de aterrizar de emergencia por la avería y las nieblas de aquel día.

Pese a la fecha, el título y su contenido, no parece que se trate de una inocentada del periódico o corresponsal local, pero queda a criterio del lector de este blog aportar su opinión personal.

La Rioja, 28 de diciembre de 1924 (I)

La Rioja, 28 de diciembre de 1924 (II)



….mañana desvelaremos la respuesta.

El mismo día se publicaba la crónica del corresponsal de Nájera haciendo observar también la admiración que en la ciudad del Najerilla había ocasionado el aeroplano y como tras sobrevolarla se perdió sobre las cumbres de El Serradero, sin duda dirección a Torrecilla.

Difícilmente los dos corresponsales se podían haber puesto de acuerdo en la noticia por lo que podemos asegurar la veracidad de la información, no así la correspondencia del piloto con tan ilustre emperador alemán.




domingo, 22 de diciembre de 2019

Torrecilla defiende su patrimonio: un motín popular a cuenta de unas obras de arte


El martes, 4 de noviembre de 1890, se presentaba en Torrecilla un presunto monje del monasterio de Santa María de Valvanera con las intenciones de llevarse para su cenobio un retablo del antiguo convento de San Francisco y una talla de la Virgen que estaban en la parroquia de San Martín. Las horas tan intempestivas de madrugada y la premura en la actuación hicieron dudar al sacristán pese a indicar que eran órdenes superiores del Señor Obispo de Calahorra Don Antonio Mª Cascajares. Esta sospecha le hizo negarse a tal pretensión si no mediaba orden del cura párroco partiendo de inmediato para alertarle del suceso.

No amilanó el hecho al monje que sin perder tiempo, y con la ayuda de dos vecinos, cogió con lo que venía buscando refugiándose en casa de Tomás Tejada (debe ser Tomás Sáenz de Tejada Salazar, único que concuerda nombre y apellidos en el censo de 1890).

La cosa debió ir caldeándose con el transcurrir de la noche y la madrugada. Podemos visualizar a los torrecillanos alrededor de la mencionada casa para impedir que se llevasen su retablo y la talla de la Virgen. Avisado el Alcalde, este reunió al Concejo decidiendo telegrafiar de inmediato al obispado en Calahorra para ver la veracidad de las supuestas órdenes.

Ciertas o no las órdenes, y visto el revuelo montado en el pueblo, el Obispo indicó “se cumplieran los deseos del pueblo”, dando el vecindario los correspondientes vítores de alegría. Se organizó una procesión improvisada acompañada de música de panderetas con la imagen de la Virgen para devolverla a su retablo en la iglesia de San Martín.

Se hizo notar días más tarde a Torrecilla que le había llegado una información al Obispo que el pueblo quería desprenderse de esos bienes y en consecuencia obró. Cierto o no esta afirmación, o sea una mala excusa de aquel al que le han pillado en plena faena, sirva esta noticia aparecida en La Rioja el 7 de noviembre de 1890 como muestra de cómo Torrecilla defiende su patrimonio atesorado por el esfuerzo de sus habitantes durante generaciones.

Del supuesto monje nocturno nunca más se supo, debiendo salir con pies en polvorosa dirección Logroño en cuanto las circunstancias y los torrecillanos se lo permitieron.

La Rioja, viernes 7 de noviembre de 1890






lunes, 16 de diciembre de 2019

Astola (II)


Significado y Origen

Astola es un apellido toponímico, es decir derivado del nombre de un lugar, con origen en el barrio homónimo Astola de la anteiglesia vizcaína de Abadiano (en euskera y oficialmente desde 1983, Abadiño).

Las Anteiglesias son una institución típica vasca similar a la Parroquia gallega o asturiana. Tiene su origen en las comunidades que se organizaban alrededor de una iglesia y tenían como órgano de gobierno la asamblea de todos los vecinos que se celebraba en concejo abierto en el pórtico o atrio de la iglesia parroquial de donde procede el término.

En Vizcaya esta institución básica se consolida al crearse las Juntas Generales, que son las reuniones de los representantes de las diferentes anteiglesias de un territorio dado. Esta institución gozaba de una muy amplia autonomía respecto a los órganos de gobierno del Señorío rigiéndose por el derecho foral en vez de los fueros particulares de villas y ciudades. La responsabilidad del gobierno correspondía a la asamblea de vecinos, la cual era presidida por un fiel síndico y procurador general, que adoptaba como representación de la autoridad el chuzo o lanza de la anteiglesia. El fiel ejercía el cargo por un periodo de tiempo determinado, normalmente un año, y representaba a la anteiglesia en las juntas de la merindad correspondiente. Las anteiglesias estaban divididas en cofradías que correspondían a sus barrios.

Etimológicamente Astola es vocablo de origen vascuence formado por la agregación de AST-OLA. El prefijo AST- puede provenir de Asto (burro) o Atxa (peña en vizcaíno) mutando a Axt y Ast. El sufijo -OLA se puede traducir como “ferrería” aunque también como “lugar o chabola”. Aparece en apellidos como Olazabal, Olabarría u Olasagasti. De todo ello podemos interpretar la etimología de la palabra Astola como: la ferrería o la chabola o el lugar del burro, o de la peña.

Casualidad o no en este significado etimológico, Abadiño desarrolló desde el siglo XVI una importante industrial de elaboración de hierro en las ferrerías de sus barrios, entre ellas, la de Astola, Esterripa, Lebario, Muncháraz, Murueta y Traña, funcionando alguna de ellas hasta bien entrado el siglo XIX.

La Anteiglesia de Abadiano comprendía históricamente siete cofradías o barrios: Gaztelua, Gerediaga, Mendiola, Muntsaratz, Sagasta y Traña-Matiena; a los que se añadían otros núcleos poblacionales que no llegaban a tal entidad: Astola, Lebario, Irazola, Murueta y Amaitermin.

Los representantes de la anteiglesia ocupaban el asiento y voto número 1 de las Juntas de la Merindad de Durango (antigua organización política en la que se organizaban los municipios de la comarca vizcaína del Duranguesado, también llamado Condado de Durango o Tierra de Durango), que se celebraban desde antiguo junto a la casa torre de Muncháraz. Luego pasaron a la ermita de san Salvador de Guerediaga. Delante de ella se levantaba una cruz de piedra y 12 mojones en círculo que servían de asiento a los representantes de las  anteiglesias que componían la Merindad.
 
Campa Foral de Guerediaga

En 1576 la Merindad de Durango adquiere la casa Zubiaur de Astola y se instalan allí sus dependencias. En ella tenía la residencia el Teniente Corregidor, se celebraba su audiencia para impartir justicia asistido por doce escribanos y un aguacil y estaba la cárcel pública, además del resto de servicios de la Merindad.

Después de la abolición de los fueros se usó como residencia de maestros de escuela y al final quedó en desuso. Hoy día, ya restaurada, es sede de diversos organismos y asociaciones.

Casa Zubiaur de Astola, Abadiano(Vizcaya)


El apellido hoy: estadísticas

El Instituto Nacional de Estadística (INE) mantiene actualizados cada año las estadísticas de los individuos por cada apellido según las provincias de nacimiento o de residencia. Los datos que se indican a continuación han sido extraídos de la página web de dicho Instituto en base al Padrón Continuo de Población de fecha 1 de enero de 2018. Todos los datos hacen referencia a las provincias de nacimiento de los individuos en los que por secreto estadístico hay más de 5 personas con dicho apellido.

Según estos datos, el apellido Astola ocupa el puesto número 11.952  por su frecuencia en España, siendo un total de 284 personas las que poseen dicho apellido en primer lugar y 298 en segundo.

La siguiente tabla muestra los datos pro provincias ordenados por la frecuencia del primer apellido.

Provincia
Apellido 1º
Apellido 2º

Total
Total
Álava
50
0,219
10
0,021
La Rioja
46
0,168
80
0,292
Vizcaya
75
0,075
71
0,071
Albacete
12
0,025
10
0,021
Sevilla
40
0,021
31
0,016
Guipúzcoa
12
0,019
21
0,033
Huelva
9
0,018
5
0,010
Cádiz
8
0,006
5
0,004
Madrid
18
0,004
7
0,002
Barcelona
5
0,001
12
0,003
Total
284
0,006
298
0,006
 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). 01/01/2018

Igualmente es muy ilustrativo el mapa que proporciona la misma página Web que nos da una visión rápida de los datos anteriores.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). 01/01/2018

De la observación del mapa de distribución provincial de los individuos y los valores numéricos listados en la tabla contigua, podemos sacar dos claras conclusiones. En primer lugar corroborar sin lugar a dudas el origen toponímico del apellido Astola según hemos visto en el punto anterior entorno al barrio de Astola de Abadiño (Vizcaya). De este modo la mayor concentración de individuos se produce en el territorio de Vizcaya seguido de la vecina Álava.

Como segunda conclusión, podemos observar que fuera del País Vasco y obviando Madrid y Barcelona, hay dos zonas que llaman la atención por el reseñable número de individuos apellidados Astola que han nacido en ellas. Sorprende La Rioja que duplica el porcentaje de la provincia originaria del apellido, Vizcaya. También Sevilla, Cádiz y Huelva presentan cifran significativas al otro lado de la península.

La explicación de este fenómeno vendrá dada en próximas entregas de este capítulo dedicados a los individuos de mi familia Astola que en gran medida son los responsables últimos de este hecho debido a la emigración en épocas pasadas. Estos aventureros recalaron primeramente en los Cameros riojanos para, en siglos posteriores, sus descendientes emigrar a tierras andaluzas formando las ramas familiares de Astola en estas provincias.

Linajes e Historia

Poco o nada podemos decir en este apartado en relación a personajes ilustres que hayan ostentado este apellido en épocas pasadas. Si a día de hoy, con una población española rondando los 44 millones de personas, tan sólo constan algo menos de 300 personas con este apellido; nos podemos imaginar en plena Edad Media y el comienzo de la proliferación de los apellidos, con una estimación de entre 5 o 6 millones de personas, serían unas pocas decenas los individuos apellidados Astola.

Con este bagaje y un entorno rural, agrícola y ganadero, difícilmente constan en los libros de historia antiguos personajes con este apellido autores de hechos o circunstancias relevantes en sus vidas que merezcan figurar en ellos. Pero esté seguro el lector que cinco siglos dan para mucho y para bien o para mal, encontraremos personajes dignos de traer a estas páginas.



sábado, 14 de diciembre de 2019

Astola (I)


Siempre al hablar sobre sus antepasados, mi abuela Lucía Astola Sáenz-López había afirmado con total certeza, que su familia provenía de algún lugar del País Vasco. Hoy en día vivimos en una sociedad de la información en la que todo está perfectamente documentado y archivado. En los siglos pasados, la gente tenía otras preocupaciones mucho más imperiosas y urgentes en su día a día que la de anotar cualquier información superflua que no tuviese una utilidad directa. De todos modos, eran otros tiempos en los que el día permitía una pausa al final de la jornada para hablar en el hogar familiar sosegadamente entorno a una mesa o un fuego.

El legado cultural y las tradiciones se transmitían de padres a hijos sin preocuparse por su origen y certeza. En este contexto, los padres hablarían a sus hijos de sus antepasados, quienes eran, de donde venían, a que se dedicaban. Siempre había lugar y tiempo para una charla tranquila y sosegada. De este modo, este legado de información, con las salvedades del paso del tiempo, iría pasando de generación en generación y preservándose para las futuras. 

Con el recelo que provoca que esta transmisión oral fuese perdiendo concreción en los datos y los hechos, siempre cabe atribuir un poco de veracidad a cualquiera de estas informaciones que han llegado hasta nuestros días.

Puede que no fuesen tan desencaminados nuestros antepasados de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando afirmaban que “sus padres y abuelos les habían contado que su familia venía de algún lugar de las Vascongadas”. A lo largo de esta exposición vamos a tratar de dar veracidad a tal afirmación; y una vez ubicado el fundador de la familia Astola en Torrecilla, veremos cuál ha sido el devenir de ésta hasta nuestros días.

Sirva esta entrada como punto de partida de una serie de artículos dedicados a desentrañar las raíces de esta familia íntimamente ligada a Torrecilla en Cameros, sus orígenes, sus gentes, sus profesiones y cualquier otro dato significativo de sus vidas que sean de interés para sus descendientes y los torrecillanos en general.

Como el resto de apellidos toponímicos, Astola debió surgir en la Edad Media en la época de desarrollo y proliferación de los apellidos. Pese a ser Astola un barrio pequeño dentro de la localidad vizcaína de Abadiano, alguno de los habitantes que se decidían a salir y emigrar empezaban a ser conocidos como ”de Astola”, haciéndose así diferenciar de otras personas con su mismo nombre de bautismo en la localidad donde recalaban. Cuando los apellidos comenzaron a hacerse hereditarios, el “de Astola” o “Astola” perduró hasta nuestros días.

Tendremos ocasión de ver los orígenes familiares desde los albores de los primeros datos documentales disponibles en las parroquias de diversas localidades vascas allá por el siglo XVI hasta su traslado a Torrecilla en la primera mitad del s.XVIII. Intentaremos desarrollar el árbol familiar completo de la familia Astola en Torrecilla en Cameros compuesto a partir de los datos del Registro Civil municipal, los Libros Sacramentales parroquiales y algunos de los hechos y personas más relevantes. Del mismo modo contaremos las historias de algunos de los individuos de estas familias, que al igual que su antepasado vizcaíno, emigraron desde su Torrecilla natal en busca de fortuna fundando ramas familiares en otros lugares de España.


viernes, 13 de diciembre de 2019

El Aeroplano Rioja


España llevaba inmersa en la larga guerra de África desde 1859 con periodos de mayor o menor actividad belicosa. El 22 de julio de 1921 se produjo el más grave de los enfrentamientos hasta la fecha en el fatídico suceso que pasaría a la posteridad como el “desastre de Annual y Monte Arruit”. Aquel día, más de 10.000 jóvenes reclutas, mal equipados, mal alimentados, desmotivados y mal dirigidos murieron bajo la balas de las cabilas sublevadas por Abd el-krim.

Defensas de Monte Arruit y caídos en la batalla

En toda España superado el dolor inicial se produjo un resurgir de patriotismo y sed de venganza, sin duda impulsado por la prensa escrita afín a los partidos que a duras penas mantenían en pie el sistema político y social de la Restauración que por entonces daba abundantes síntomas de su inminente final. Se iniciaron múltiples suscripciones provinciales tratando de conseguir los fondos necesarios para comprar aviones con los que complementar los escasos aparatos que ya tenía el joven Ejército del Aire.

Cada uno de estos aeroplanos sería bautizado con el nombre de la provincia donante, siendo en su gran mayoría bombarderos biplanos tipo “Breguet XIV” excedentes franceses de la I Guerra Mundial que el Ejército de Guerra ya había adoptado para la campaña de África a semejanza del ejército colonial francés.

En el caso de la de Logroño, la iniciativa la tomaría la Asociación de la Prensa Riojana. Se comenzó una suscripción popular por toda la provincia al objeto de recaudar los fondos necesarios para sufragar uno de esos aeroplanos que se estaban adquiriendo.

El 25 de agosto, reunidos los corresponsales torrecillanos de los diarios que se publicaban en la provincia (La Rioja y Diario de La Rioja) acuerdan dar cuenta a las autoridades locales y vecinos de los detalles de la iniciativa encontrado según ellos: “campo abonado para el objeto de nuestra misión”. Entre los entusiastas de la iniciativa no faltaron los obreros de la joven fábrica de muebles curvados de los señores Sáenz de Tejada, Camps y Santaolalla. Quedaron de acuerdo en abonar “la cantidad que permitiera su situación y hubo barnizadora que indicó la conveniencia de dedicar a tal objeto el producto de un día de trabajo, y hasta barnizar la madera del aeroplano”, está ultima a buen seguro no sabía que se trataba de la compra y no la fabricación de un avión.

El 3 de septiembre acuerda el Ayuntamiento dar inicio a dicha suscripción popular con 75 pesetas. En vísperas de fiestas de septiembre se publica la primera lista de donantes. Son 62 personas, entre las que se mencionan varios niños, con aportaciones entre 0,50 y 10 pesetas. La fábrica de cestas “Bengoa y Cia” recauda 7,50; el Casino Torrecillano, 25 pesetas; faltando la recaudación de los operarios de la fábrica de muebles curvados. El Sindicato de obreros de Torrecilla recaudará 163 pesetas.

El día 19 publica el diario La Rioja un extenso artículo narrando la generosidad y el fervor patriótico que recorrió las calles torrecillanas aquel día declardo como Día de la Bandera:

"Nuestro digno alcalde, don Santiago Huerta, para dar cumplimiento a deseos manifestados por algunas personas, tuvo el buen acuerdo de citar a una reunión en la Casa Consistorial a todas las personas de ambos sexos del pueblo y de la colonia veraniega que por sus iniciativas o entusiasmos pudieran dar forma al objeto que se perseguía: recaudar fondos para el Aeroplano RIOJA y para los hijos del pueblo que se encuentran actualmente en Marruecos con el alto honor de defender a la Patria, acto que debía llevarse a cabo el mismo día.

Cómo pudo darse principio a los números que habían de proporcionar las ansiadas pesetas, no lo sé: baste saber que a las tres horas de haberse acordado su celebración, era llevado por las calles nuestro emblema nacional a los acordes de animado pasodoble con acompañamiento de las autoridades de todas clases: en mesas artísticamente adornadas se establecieron puestos de refrescos, dulces y bebidas: varias señoras cuyos nombres omito a requerimiento de las mismas, ofrecían a los transeúntes dulces, caramelos, que eran aceptados a cambio de monedas; un grupo de señoritas adornadas con simbólico emblema de la Cruz Roja y radiantes de hermosura, poseedoras todas ellas de la preciada e incomparable virtud de la caridad, la imploraban a todos, colocando, a la vez banderas en la solapa de la americana.

Por la noche hubo verbena que estuvo animadísima, luciendo las postulantes hermosos mantones de Manila, que aumentaban encantos a las que los llevaban, por la sencilla razón de que los tienen todos....

Torrecilla y su colonia veraniega han cumplido a maravilla, ya que recaudadas en la fiesta 612,39 pesetas, más 300 en días anteriores, y otras 300 en que se calcula la suscripción pendiente y el producto de la función de teatro que se celebrará en breve, son más de 1.200 pesetas, cantidad que coloca a este pueblo entre los primeros que sienten el patriotismo. Los músicos prestaron desinteresadamente su concurso."

De esa cantidad, 300 pesetas se mandarán directamente a los hijos del pueblo que estaban sirviendo en la dura Guerra de Marruecos. Los operarios de la fábrica de muebles habían recaudado 31,45 pesetas. 

El 25 de septiembre ha finalizado la suscripción en el pueblo. El total de lo recaudado en Torrecilla para el aeroplano “RIOJA” eran 608,34 pesetas. Vemos como la euforia inicial que auguraba más de 1.200 pesetas ha quedado en la mitad descontando el dinero mandado directamente a los torrecillanos en el frente.

El 8 de octubre se cierra la suscripción provincial dando cuenta de algo más de 56.000 pesetas recaudadas. Según describe La Rioja: “Nuestro aeroplano llevará a ambos lados del motor dos placas de aluminio con el escudo de la capital y la alegoría -Logroño y su provincia al Ejercito, 1921-, y en el timón el nombre oficial, “Rioja”.



Léanse las siguientes líneas para ver el espíritu de desagravio que reinaba en aquellos meses: “No pasarán muchos días antes de que el aeroplano “Rioja” hienda los aires, y al volar sobre tierras africanas sea motivo de satisfacción para los soldados riojanos y para cuantos desde aquí hemos puesto nuestro esfuerzo a la patriótica finalidad, de que unido el “Rioja” al avión de otras capitales, coadyuve a que la traición y el ultraje inferidos a España lleven su merecido castigo”.

Aunque la adquisición real había sido por parte de la Comisión Aeronáutica Militar Española, el acto formal de entrega por los suscriptores al Ejército se había planeado en diversos aeródromos españoles. El “RIOJA” junto con los de otras provincias, había de ser entregado en la base de Tablada (Sevilla). A mediados de enero de 1922 llegó a Sevilla una comisión riojana encabezada entre otros por Amós Salvador, diputado en Cortes. En el mismo acto se entregaron 14 aviones de otras tantas provincias aunque el “Rioja” recibió su bautismo “rompiendo sobre su hélice una botella de vino de Rioja, en vez de una de champagne, que es lo usual”.

En octubre de 1923 se procederá al reparto del sobrante de la suscripción no dedicado a la adquisición del aeroplano entre las familias de los riojanos muertos en la guerra africana. Entre los solicitantes el torrecillano Julián Aretio Gil cuyo hijo Cipriano Aretio Soba, soldado del Regimiento de Infantería San Fernando nº11 con sede en Melilla había sido dado por desaparecido en combate y al que se le reconocerá una pensión anual.

Estos versos recitaba Trini, hermana de Cirpiano en su recuerdo que bien valen por todos aquellos que dieron su vida en estas guerras absurdas:

"Qué bien parece Cipriano
en la puerta del cuartel
con el cigarro en la boca
esperando al Cornonel"