En entradas anteriores habíamos hecho una pequeña introducción de los motivos que pueden justificar un estudio tan pormenorizado que nos puede servir de pretexto para conocer la historia de Torrecilla y sus gentes durante algo más de medio siglo XX.
Retomamos el estudio de la Industria del mueble en Torrecilla en Cameros con una nueva entrada relativa a uno de los dos pilares sobre los que, a mi juicio, se originó y sustentó esta industria: el monte o Coto Redondo de Rivabellosa.
Dado que he observado una disparidad de lecturas de las dos entradas hasta ahora publicadas, al comienzo de cada nuevo artículo se ofrecerán los enlaces de los anteriores a modo de Índice para el que quiera hacer un lectura continuada desde el comienzo o refrescar datos.
Enlace de artículos hasta la fecha:
III - EL MONTE O COTO REDONDO DE RIVABELLOSA
El perspicaz lector se puede
preguntar cómo Torrecilla se abrió al proceso industrializador del siglo XX con
una fábrica de muebles cuando era una actividad de nula presencia incluso a
nivel provincial, más allá de los tradicionales artesanos carpinteros de escasa
producción doméstica.
Para su respuesta no hace falta
ser tan audaz. Torrecilla y los Cameros en general son una comarca en la que
abunda la madera de diversa tipología. Existe todo un abanico de especies desde
los frutales o chopos en las riberas y huertos del Iregua a las apreciadas
hayas y robles de las zonas más elevadas. Veremos en próximas ocasiones como en localidades cercanas como Villoslada o Villanueva habían surgido en los últimos años pequeñas serrerías madereras para aprovechar estos recursos naturales.
Pero para comenzar un negocio
hace falta además de materia prima, un lugar en el que desarrollarlo y un
capital con el que financiarlo. Estos dos últimos llegaron de la mano de la
familia Sáenz de Tejada, por aquel entonces una de las mejor situadas social y económicamente
en Torrecilla y todo el valle medio del río Iregua. Se dio la circunstancia que
en las figuras de Alejandro Sáenz de Tejada Moreno y su esposa, Teresa Castells
Angulo, se unió la propiedad del monte de Rivabellosa, la antigua fábrica de
papel de La Huesera, el capital y la iniciativa para arriesgar en un novedoso
modelo industrial por aquel entonces, no sólo de Torrecilla, sino de toda La
Rioja. Veamos a grandes rasgos ese proceso previo, en esta ocasión centrados en el monte de Rivabellosa.
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Sanatorio de Rivabellosa |
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Límites aproximados del antiguo Coto de Rivabellosa |



El monte de Rivabellosa, aunque hoy está dentro del término municipal de Almarza de Cameros, históricamente ha estado ligado, al igual que casi todos los Cameros, a las grandes familias nobiliarias de la zona. Sería muy complejo, tedioso y fuera del objetivo de este artículo nombrar las manos por las que pasó esta propiedad a lo largo de los siglos hasta recalar en las de Alejandro Sáenz de Tejada y su familia, pero a groso modo podemos resumir lo siguiente. La referencia documental más antigua está ligada al linaje de origen navarro de los Zúñiga o Estúñiga establecidos en tierras riojanas en la segunda mitad del siglo XIII. El obispo de Calahorra, Diego de Estúñiga, hizo mayorazgo en Logroño en 1439 en favor de su sobrino Íñigo Ortiz de Estúñiga, legándole todos sus señoríos en La Rioja entre los que comprendía derechos en Castroviejo y Rivabellosa.
El 14 de septiembre de 1481
Alonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla, IV Señor de los Cameros y I
Conde de Aguilar de Inestrillas, compra los lugares de Torre, Luezas y
Rivabellosa a Diego Arista de Zúñiga por las deudas contraídas durante su prisión
en Navarra a causa de las guerras del reinado de Enrique IV y en la defensa de
Nájera. Esta compra no debió ser en su totalidad conservando los Zúñiga ciertos
derechos. De este modo una parte de Rivabellosa pasa a manos de los Ramírez de
Arellano, señores de Cameros. En 1776 la propiedad recae en el V Duque de
Abrantes por herencia de su madre Francisca de Paula Zúñiga, cuya sobrina-nieta,
XIV Condesa de Aguilar de Inestrillas había muerto sin descendencia.
Por otro lado, los Zúñiga
devinieron genealógicamente con el paso de los años en los Manso de Zúñiga,
Condes de Hervías, entre otras posesiones y títulos en la Rioja Alta. Muy
relacionados con la abadía de San Salvador de Cañas de las que varios miembros
de la familia fueron abadesas, en algún momento desgajaron parte de esa propiedad
en beneficio de la abadía y otras instituciones religiosas.
El señorío contaba con una
pequeña aldea de orígenes desconocidos que por esos años, según el censo del
Conde de Aranda (1768-69), tenía una población de 5 hombres y 7 mujeres.
Transcurren los años y el
torrecillano Martín Sáenz de Tejada y García de Morales, capitán de artillería,
caballero de la Orden de Carlos III y secretario personal y albacea
testamentario de su paisano José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda,
se instala en Logroño tras la muerte de éste en su destierro cordobés en 1767.
Había regresado de América con cierta fortuna a la que se unieron 6.000 pesos
donados por el Conde de Superunda en su testamento.
En 1778 funda el
mayorazgo de los Sáenz de Tejada que incluía la posesión de dos millares o
dehesas llamados “el Malogrado Alto” y “las Peraltas” en el Real Valle de
Alcudia de la provincia de La Mancha en las que pastaban sus 2.260 cabezas de
ganado lanar. Incluía además de la casa principal con sus armas en la villa de
Torrecilla en Cameros y de unas treinta heredades principalmente entre la dicha
Torrecilla y Viguera. En 1787 compra al Duque de Abrantes la mitad del monte de
Rivabellosa que poseía en copropiedad con el Conde de Hervías y la comunidad de
religiosas bernardas del Monasterio de Cañas y lo añade al Mayorazgo familiar
de los Sáenz de Tejada. La posesión y el disfrute de este monte será fuente de
conflicto con los vecinos de Torrecilla y Almarza a lo largo de los años siguientes
en números pleitos entablados con sus respectivos Ayuntamientos.
A mediados del siglo XIX, la aldea tenía cuatro
familias con unos 17 habitantes. Entran en escena las sucesivas
desamortizaciones civiles y eclesiásticas de los gobiernos liberales. La
propiedad improductiva en manos señoriales y eclesiásticas pasa al Estado que
los pone en pública subasta. En 1865, abolidos ya los señoríos y mayorazgos
pero conservando la propiedad de su parte, José María Sáenz de Tejada y Manso
de Velasco y sus hermanos adquieren por compra al Estado el resto del monte de Rivabellosa disponiéndose a deslindarlo,
amojonarlo y constituir un Coto Redondo. Ya por completo en manos de los Sáenz
de Tejada, el monte es aprovechado para la explotación ganadera y forestal.
José María Sáenz de Tejada casó con Teresa
Moreno Martínez, natural de Almarza, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos:
Sixta y Alejandro Sáenz de Tejada Moreno. Será esta rama familiar la que se
encargará de la gestión del monte y acabará finalmente con la propiedad en
exclusiva del mismo en años posteriores, mientras que sus primos encaminaban
sus vidas hacia otras localidades y profesiones. Los Sáenz de Tejada Gil
orientados a la abogacía y judicatura en Logroño, mientras los Albarellos Sáenz
de Tejada de Logroño y Viguera hacia la carrera militar principalmente.
Es complejo desentrañar el proceso de disgregación
y agrupación de propiedades dada la proliferación de matrimonios con variados
vínculos familiares. Alejandro Sáenz de Tejada casaría con Teresa Castells
Angulo, hija de Francisco Castell García, juez municipal de Torrecilla y nieta
de Francisco Castells Navarro, natural de Úbeda y notario de Torrecilla.
También era nieta de Salvador Angulo Aragón, natural de Soto y uno de los
mayores propietarios de Torrecilla y Nestares, a su vez también emparentado con
los Sáenz de Tejada por matrimonio.
Años atrás, Francisco Castells García, una vez
viudo de su primera esposa, había contraído matrimonio con Sixta Sáenz de
Tejada Moreno, también viuda de su primo carnal Esteban Albarellos Sáenz de
Tejada. De este modo Francisco Castells García se convertía a la vez y
sucesivamente en cuñado y suegro de Alejandro Sáenz de Tejada Moreno en un claro
ejemplo de la endogamia presente en aquellos tiempos en las clases dirigentes
económicas y sociales de la zona.
Como esposo, dado el papel de la mujer en la
época, Francisco Castells asume la dirección de la parte de los negocios de su
esposa Sixta junto con su cuñado Alejandro Sáenz de Tejada. Son frecuentes los
viajes de ambos a Extremadura en busca de buenos potros y mulas que crían en el
monte de su propiedad y pasean por ferias de ganado de la zona, como la de
Logroño de 1904 a que hace mención La
Rioja.
Junto a la explotación ganadera estaba la
forestal. Además de la venta frecuente de lotes de leña de haya o roble, se
publicitan en La Rioja anuncios de
carbón vegetal de encina para cuya elaboración se traían cuadrillas de
carboneros vizcaínos.
Pero veamos unas notas de quien
era Alejandro Sáenz de Tejada Moreno. Había nacido en la casa familiar de
Rivabellosa el 26 de febrero de 1877, siendo el segundo hijo de José Mª Sáenz
de Tejada y Manso de Velasco y Teresa Moreno. Tras la temprana muerte de su
padre, la infancia y juventud las pasó en Torrecilla junto a su madre y hermana
estudiando en el Colegio de 2ª Enseñanza de El Rasillo. Como correspondía a su
situación socioeconómica, fue un miembro activo de la sociedad torrecillana del
cambio de siglo. Sirva de ejemplo como en 1904 era tesorero del círculo de La
Unión, siendo asiduo a bailes y representaciones teatrales tal y como relata La Rioja en varias noticias.
Alejandro Sáenz de Tejada casó en Nalda el 9 de
marzo de 1905 con Teresa Castells Angulo, hija de su cuñado Francisco Castells.
Los recién casados fijaron su residencia en Nalda, donde pronto comenzó a tomar
importancia social. En 1907 es presidente de la Junta municipal del Censo Electoral
donde figura como uno de los mayores contribuyentes. A mediados de 1909 es
concejal y a finales de ese año se convierte en alcalde.
Dejamos la narración en este punto, con la familia Sáenz de Tejada dueña de la totalidad del monte de Rivabellosa y una pinceladas de Alejandro Sáenz de Tejada, uno de sus integrantes y protagonista fundamental del comienzo de esta historia.
David Pardo García
torrecillacameros.blogspot.com